EL EVANGELIO DEL DÍA: “MI PADRE LO AMARÁ, IREMOS A ÉL Y HABITAREMOS EN ÉL” (JN 14,23) LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 14,5-18. Al...
EL EVANGELIO DEL DÍA:
“MI PADRE LO AMARÁ, IREMOS A ÉL Y HABITAREMOS EN ÉL” (JN 14,23)
LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 14,5-18.
Al producirse en Iconio un tumulto los paganos y los judíos, dirigidos por sus jefes, intentaron maltratar y apedrear a Pablo y Bernabé.
Estos, al
enterarse, huyeron a Listra y a Derbe, ciudades de Licaonia, y a sus
alrededores; y allí anunciaron la Buena Noticia.
Había en Listra
un hombre que tenía las piernas paralizadas. Como era tullido de nacimiento,
nunca había podido caminar, y sentado, escuchaba hablar a Pablo. Este,
mirándolo fijamente, vio que tenía la fe necesaria para ser curado, y le dijo
en voz alta: "Levántate, y permanece erguido sobre tus pies". Él se
levantó de un salto y comenzó a caminar.
Al ver lo que
Pablo acababa de hacer, la multitud comenzó a gritar en dialecto licaonio:
"Los dioses han descendido hasta nosotros en forma humana", y daban a
Bernabé el nombre de Júpiter, y a Pablo el de Mercurio porque era el que
llevaba la palabra.
El sacerdote del
templo de Júpiter que estaba a la entrada de la ciudad, trajo al atrio unos
toros adornados de guirnaldas y, junto con la multitud, se disponía a
sacrificarlos.
Cuando Pablo y
Bernabé se enteraron de esto, rasgaron sus vestiduras y se precipitaron en medio
de la muchedumbre, gritando: "Amigos, ¿qué están haciendo? Nosotros somos
seres humanos como ustedes, y hemos venido a anunciarles que deben abandonar
esos ídolos para convertirse al Dios viviente que hizo el cielo y la tierra, el
mar y todo lo que hay en ellos.
En los tiempos
pasados, él permitió que las naciones siguieran sus propios caminos.
Sin embargo,
nunca dejó de dar testimonio de sí mismo, prodigando sus beneficios, enviando
desde el cielo lluvias y estaciones fecundas, dando el alimento y llenando de
alegría los corazones".
Pero a pesar de
todo lo que dijeron, les costó mucho impedir que la multitud les ofreciera un
sacrificio.
SALMO 115(113B),1-2.3-4.15-16.
No nos glorifiques a nosotros, Señor: glorifica solamente a tu Nombre, por tu amor y tu fidelidad.
¿Por qué han de
decir las naciones: «¿Dónde está su Dios?»
Nuestro Dios está en el cielo y en la tierra él hace todo lo que quiere.
Los ídolos, en
cambio, son plata y oro, obra de las manos de los hombres.
Sean bendecidos por el Señor, que hizo el cielo y la tierra.
El cielo
pertenece al Señor, y la tierra la entregó a los hombres.
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 14,21-26.
Jesús dijo a sus discípulos:
«El que recibe
mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado
por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él".
Judas -no el
Iscariote- le dijo: "Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no
al mundo?".
Jesús le
respondió: "El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará;
iremos a él y habitaremos en él.
El que no me ama
no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del
Padre que me envió.
Yo les digo estas
cosas mientras permanezco con ustedes.
Pero el
Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará
todo y les recordará lo que les he dicho.»
EXTRAÍDO DE LA BIBLIA: LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS.
No hay comentarios
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.