EL EVANGELIO DEL DÍA: “¡VAYAN! YO LOS ENVÍO…” (LC 10,3) LIBRO DE NEHEMÍAS 8,1-4A.5-6.7B-12. Todo el pueblo se reunió como un solo homb...
EL EVANGELIO DEL DÍA:
“¡VAYAN! YO LOS ENVÍO…” (LC 10,3)
LIBRO DE NEHEMÍAS 8,1-4A.5-6.7B-12.
Todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que está ante la puerta del Agua. Entonces dijeron a Esdras, el escriba, que trajera el libro de la Ley de Moisés, que el Señor había dado a Israel.
El sacerdote
Esdras trajo la Ley ante la Asamblea, compuesta por los hombres, las mujeres y
por todos los que podían entender lo que se leía. Era el primer día del séptimo
mes.
Luego, desde el
alba hasta promediar el día, leyó el libro en la plaza que está ante la puerta
del Agua, en presencia de los hombres, de las mujeres y de todos los que podían
entender. Y todo el pueblo seguía con atención la lectura del libro de la Ley.
Esdras, el
escriba, estaba de pie sobre una tarima de madera que habían hecho para esa
ocasión. Junto a él, a su derecha, estaban Matitías, Semá, Anaías, Urías,
Jilquías y Maaseías, y a su izquierda Pedaías, Misael, Malquías, Jasúm, Jasbadaná,
Zacarías y Mesulám.
Esdras abrió el
libro a la vista de todo el pueblo - porque estaba más alto que todos - y
cuando lo abrió, todo el pueblo se puso de pie.
Esdras bendijo al
Señor, el Dios grande y todo el pueblo, levantando las manos, respondió:
"¡Amén! ¡Amén!". Luego se inclinaron y se postraron delante del Señor
con el rostro en tierra.
Josué, Baní,
Serebías, Iamín, Acub, Sabtai, Hodías, Maaseías, Quelitá, Azarías, Jozabad,
Janán y Pelaías - los levitas - exponían la Ley al pueblo, que se mantenía en
sus puestos.
Ellos leían el
libro de la Ley de Dios, con claridad, e interpretando el sentido, de manera
que se comprendió la lectura.
Entonces
Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote escriba, y los levitas que
instruían al pueblo, dijeron a todo el pueblo: "Este es un día consagrado
al Señor, su Dios: no estén tristes ni lloren". Porque todo el pueblo
lloraba al oír las palabras de la Ley.
Después añadió:
"Ya pueden retirarse; coman bien, beban un buen vino y manden una porción
al que no tiene nada preparado, porque este es un día consagrado a nuestro
Señor. No estén tristes, porque la alegría en el Señor es la fortaleza de
ustedes".
Y los levitas
serenaban al pueblo, diciendo: "¡Tranquilícense! Este día es santo: no
estén tristes".
Todo el pueblo se
fue a comer y a beber, a repartir porciones y a hacer grandes festejos, porque
habían comprendido las palabras que les habían enseñado.
SALMO 19(18),8.9.10.11.
La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple.
Los preceptos del
Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor son claros, iluminan
los ojos.
La palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos.
Son más atrayentes que el oro, que el oro más fino; más dulces que la miel, más que el jugo del panal.
EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 10,1-12.
El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.
Y les dijo:
"La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al
dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.
¡Vayan! Yo los
envío como a ovejas en medio de lobos.
No lleven dinero,
ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Al entrar en una
casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'.
Y si hay allí
alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá
a ustedes.
Permanezcan en
esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja
merece su salario. No vayan de casa en casa.
En las ciudades
donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y
digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes'."
Pero en todas las
ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan:
'¡Hasta el polvo
de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes!
Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca'.
Les aseguro que
en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad.
EXTRAÍDO DE LA BIBLIA: LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS.
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